Integralia analiza el mercado de transporte de pasajeros en los dos países que separan los Pirineos.
El mercado de transporte de pasajeros desempeña un papel estratégico en la economía europea debido a su impacto en la vida diaria de los ciudadanos y su contribución al empleo y al desarrollo de los países de toda la Unión. La eficiencia, la sostenibilidad y la interconexión son fundamentales para aprovechar las fortalezas económicas de todas las regiones y promover el crecimiento y la cohesión económica, territorial y social.
La situación en España y Francia no es diferente. Además de las necesidades básicas del transporte para el desarrollo de actividades, centros educativos y espacios de trabajo, a los dos lados de los Pirineos existe una fuerte industria común: el turismo. Ambos países aparecen desde hace décadas entre los diez destinos turísticos mundiales más visitados.
Sin lugar a dudas, tanto el territorio francés como el español se han visto afectados por el contexto actual, sobre todo a raíz de la pandemia y la crisis mundial de suministros. Esta situación ha dado lugar a una tendencia a la reagrupación de empresas y a la creación de grupos más grandes, así como a la falta de continuidad en las microempresas en ambos países. Además, las circunstancias actuales del mercado han llevado al operador español a demandar vehículos más multi-servicio, mientras que el mercado francés ha mantenido una solicitud de equipamiento más específico para el transporte escolar.
La distribución poblacional y la orografía de ambos países también influyen en las diferencias en la demanda de transporte de pasajeros. En Francia, con poblaciones más dispersas entre valles, se requiere una oferta diferenciada, según el uso del vehículo. Por otro lado, España presenta una distribución poblacional diferente, lo que impacta en la demanda de transporte de pasajeros.
En términos de tamaño de las empresas, hay ciertas similitudes entre los dos mercados. En general, Francia cuenta con una mayor presencia de grandes grupos multinacionales en comparación con España, donde la media del sector registra unas flotas de no más de 10 vehículos operativos.
En cuanto a las diferencias normativas, ambos mercados tienden a homogeneizarse cada vez más. Hasta hace poco tiempo, la principal desigualdad residía en los requisitos de equipamiento para el transporte escolar. Tan sencillo como que el vehículo en Francia debe incorporar el Ethylotest para su puesta en marcha, mientras que en España lo obligatorio es la cámara marcha atrás y lateral.
En cualquier caso, el mercado francés buscaba un producto más simple y específico para este tipo de servicio, mientras que en España se optaba con más frecuencia por vehículos que cumplieran las normas necesarias para el transporte escolar y, también, se adaptaran a otros servicios.
Integralia a los dos lados de los Pirineos
Integralia dispone de un producto específico para el transporte escolar en Francia, pero sobre todo lo que caracteriza a esta compañía es su capacidad de adaptarse a las necesidades de cada cliente. Sus vehículos tienen infinitas posibilidades de personalización, lo que permite crear minibuses únicos enfocados a múltiples servicios. Desde productos sencillos hasta vehículos premium para un público muy selecto. Aunque, sin duda, la apuesta que mejor está funcionando a Integralia en los dos lados de los Pirineos es la de ofrecer altas calidades con productos duraderos. En eso no hay ninguna diferencia entre el mercado francés y el español.